Por razones laborales y recreacionales, año tras año tengo la oportunidad de recorrer en familia muchos ambientes patagónicos y en cada uno de estos viajes siempre he obtenido nuevos conocimientos. Era Navidad dey nos encontrábamos ubicados en la localidad de Esquel, visitando a un cliente recibo la invitación de un amigo para pescar en un ambiente casi inédito para muchos de nosotros, la laguna Martillo. La tarde anterior recibo el llamado de Guillermo pidiéndome que pase por la casa para ultimar detalles, revisamos equipos, técnicas y llegado el momento de las moscas me da instrucciones exactas sobre la dieta de los salmónidos en ese ambiente.
Ya entrada la noche dejo todo listo, incluso las cosas para atar sobre
la mesa para poder llevar algunas moscas que en ese momento no tenía y dada la
hora difícilmente pudiera conseguirlas en un Fly shop. 5 am suena el
despertador, preparo unos mates y me dispongo a imitar esos insectos que tan
bien me había bosquejado Guillermo, detallando tamaño, color y formato, Si bien
creía que tenia tiempo para atar al menos media docena de ellos tuve que hacer
hacer mis mayores esfuerzos para lograr llevar apenas 3, media hora se me había
ido entre el diseño de estos y el resto del tiempo paso volando hasta que sonó
la bocina de guille. Me habían mostrado fotos recientes de truchas marrones de
hasta 7 kilos , quería que estas imitaciones fueran bien reales ya que el
premio prometía ser GRANDE!
La familia de los Odonatos son insectos bien populares, aquellos a los que todos conocemos por Alguaciles o también Caballitos del diablo, resulta que hay dos variedades de este insecto que pueblan casi todos los lagos y ríos, suelen ser una comida potente para las truchas de mayor porte que muchas veces ante la presencia de pequeños insectos prefieren reservar su energía, se dice por ahí que el que quiere pescar grande debe tentar con algo acorde. Los Odonatos solian ser bien grandes, hay fósiles prehistóricos que muestran ejemplares de hasta un metro de largo, la evolución o alguna necesidad natural les ha ido quitando tamaño, aun así, hoy siguen siendo grandes insectos y es por eso que siempre tendremos grandes chances pescando con estas imitaciones.
Su ciclo de vida se compone en tres partes, huevo acuático, ninfa acuática y adulto aéreo. Podemos imitarlos en dos de estos tres estadios, como ninfa y como adulto. Podemos diferenciar fácilmente a las dos variedades de adultos principalmente por la posición de sus alas, los Alguaciles (Dragon flies) tienen las alas dispuestas en forma de X y los caballitos del diablo (Damsel flies) posan sus alas sobre el abdomen. Para diferenciarlos en su estado de ninfa es necesesario distinguir las siguientes características, los Dragon flies suelen ser de mayor tamaño y su abdomen es mas abultado, mas bien de forma ovalada, con dos colas cortas. En cambio los Damsel flies, son mas estilizados, su abdomen es mas delgado y alargado y tiene tres colas un poco mas largas. Con imitaciones de ninfas en aguas calmas o lentas podemos pescar bien durante toda la temporada ya que viven casi toda su vida debajo de ella, en cambio solo será efectivo pescar con imitaciones de adultos en los meses mas calurosos ya que es en esa época cuando elijen eclosionar. Las ninfas caminan por el lecho llegándose hasta la costa para posar sobre algún árbol o vegetación y allí completar tranquilamente su transformación a adultos.
Pescar con estas ultimas imitaciones entre las juncaleras que bordean
los lagos es el deleite de muchos adeptos a este deporte, muchas veces las
truchas nadan rápidamente hacia la mosca y hacen literalmente explotar el agua,
generando recuerdos difíciles de olvidar. Como detalle técnico a saber,
realizar muchos falsos cast con estas secas es una elección que solo complica
las cosas, las alas de estas imitaciones son grandes y suelen enrular el leader
haciendo las presentaciones desprolijas e ineficaces, podemos corregir esto
cambiando nuestro método de casteo a roll cast.
Habíamos tomado la ruta principal cerca de las 8.00 de la mañana y luego
de varias tranqueras y vados por fin nos encontrábamos en la zona de pesca. Nos
armamos de paciencia para revisar cada nudo y asegurarnos de que nada faltase
en nuestros chalecos, pinza, alicates, moscas, tippets y varias cosas más. Recorríamos
la costa muy sigilosamente y un poco alejados, casi entre medio de los
arbustos, apenas asomados para tratar de divisar y no ser divisados, la
superficie del agua era un espejo y las truchas en estas ocasiones suelen
vernos instantáneamente, es por eso que nos turnábamos para pescar, intentando
en forma intercalada, es decir, mientras uno casteaba el otro buscaba la
posición de la trucha.
Por allá a un par de metros delante mío caminaba Guillermo cuando lo veo
dar la vuelta y me dice`` arrímate y métele un tiro cuando pase de largo´´ a lo
que respondí, ¿es grande? Si, es una de las buenas y no esta pinchada ¿Como
cuando pase de largo? Claro me responde con total seguridad, acá las truchas se
pasean siempre por el veril con una particularidad, van y vuelven patrullando
una zona exclusiva que cada una ocupa, así que espera a que pase de largo y
este bien alejada para entonces hacerle un tiro tranquilo y dejar la mosca
posada sobre el fondo cerquita de los juncos, esta técnica había sido una revelación
para mi, hacia 10 años que pescaba en ríos y lagos de
relájate y disfrútalo porque hay muchas más, me adelanto y trato de
ubicar alguna otra mientras te tomas unos mates….
Capitulo aparte, los tábanos, se prendían de nuestras prendas por centenares haciendo las cosas un poco dificultosas, de todas maneras entre el entusiasmo y la protección de las camisas logramos dejarlos en segundo plano. Mientras Guillermo buscaba las grandes recorriendo los veriles aproveche para hacer de las mías, unos tiros a ciegas a diferentes sectores del lago esperando tener suerte y siempre atento al veril por si alguna colosa decidía pasar por allí, un par de tiros libres me hicieron relajar los músculos y poner a tono con los acontecimientos, veo entonces a lo lejos y bien pegadita al veril una marrón acercándose lentamente, me voy rápidamente agachado hasta el agua y hago un roll cast que deja la mosca en el lugar exacto, vuelvo hasta un árbol cercano para camuflar mi presencia y entonces repito el preceso ya aprendido, esta vez me asegure de realizar una clavada fría y firme dejando los nervios quien sabe donde, fue entonces nuevamente que logre conectar y 15 minutos mas tarde luego de tomadas las fotos fue devuelta a su medio. La mañana fue pasando mientras seguíamos recorriendo y pescando, dos truchas más de similar porte y una excepción, la ultima que divisamos me comentaba Guillermo, esa la pinchamos el fin de semana pasado, si queres tirale pero seguramente ignore todo esfuerzo, por supuesto no me quede con las ganas y ciertamente no logre respuestas.
Por lo tanto y concluyendo he aprendido tres cosas importantes. 1- Saber
de que se alimenta el pez que intentamos pescar según el rio o lago en donde nos
encontremos. 2- He notado muchas veces a pescadores entrando al agua y pescando
con en ella a la cintura sin antes haber hecho unos intentos en la orilla, si
creemos que los peces están en la margen contraria por que no han de hacerlo en
la nuestra, ser paciente y darse tiempo para observar antes de intentar lanzar
la mosca al agua mejora mucho nuestras jornadas de pesca. 3- Si una trucha no
responde a nuestros miles de intentos es muy probable que haya sido
``pinchada´´ no una sino varias veces, en estos casos siempre es bueno afinar
el tippet lo mas posible e intentar algo diferente a lo convencional, no en
todos los ríos eclosionan las Woolly Buggers!!!
A muy pocos días tuve la oportunidad de pescar el Lago verde también
cercano a la región de Esquel, fue para el 1º de Enero, lanchas, chicos jugando
en las costas y pescadores por decenas me dieron un panorama poco apetecible,
de todos modos decidí recorrer veriles con mi hija y a pocos metros de
comenzada la expedición veo unas arco iris de entre