Aprovechando el fin de semana largo del 9 de julio, mi hermano Leo me planteo la idea de ir a Bella vista, provincia de Corrientes. Con nada de tiempo para preparar las cosas pero con el dato de lo bien que se estaba pescando en el norte, no dude en decir que si.
Llegamos a la cabaña a las tres de la mañana, y con la ansiedad por la pesca que nos esperaba, se hizo dificil dormir a pesar del cansancio del viaje.
El viernes nos recibio con un hermoso dia nublado, con casi nada de viento y temperatura agradable. Cargamos nafta, las cosas de pesca y ya estabamos navegando aguas arriba. El objetivo era claro, tratar de pescar los grandes en los palerios que ibamos viendo mientras navegabamos.
El pique arranco en seguida, tomandonos por sorpresa y errando los dos primeros, pero la tercera es la vencida, eso dicen. Logro clavar el primero, en una estructura de palos con una gran corredera, ideal para los monstruos. Exploto el agua y empezo a correr. Despues de varios minutos de pelea decide mostrarse dando el primero de los tantos saltos que le quedaban por dar para tratar de zafarse de la mosca. Una vez arriba, fotito y al agua. Ya teniamos el primero, una vaca de dos cifras a los 40 minutos de pesca. Ya estabamos mas que satisfechos, y el dia recien empezaba.
Continuamos pescando y la actividad se mantuvo pareja hasta el medio dia, cuando decidimos parar a comer algo en una playa de arena. Los doradillos comian al lado nuestro mientras tratabamos de almorzar algo, pero resultaba imposible no tentarse y pescar algunos.
El dia se mantuvo entretenido, con muchos piques, algunos cortes y otros tantos que logramos ganarles la batalla.
Ya entrada la tarde decidimos empezar a bajar el rio para volver a la cabaña, cuando la ultima corredera nos vuelve a regalar otro pez de los buenos, cerrando el dia con broche de oro.
De vuelta a la posada y con la adrenalina en baja, el cuerpo nos empezo a pasar factura por haber dormido 3 horas y todavia nos quedaba preparar todo para el dia siguiente.
Ya descansados, el sabado amanecio con lluvia. Habia llovido toda la noche, pero, casi como invitandonos a entrar al rio, la lluvia paro a primera hora de la mañana, dejando un dia un poco mas ventoso que el anterior pero igual de rendidor.
Nuevamente remontamos el rio y comenzamos la pesca. Esta vez, leo pincho el primero, el segundo, el tercero y para el cuarto ya lo estaba mirando medio de costado, me estaba llenando de escamas. El dia siguio, igual de rendidor que el anterior.
Entrada la tarde pegamos la vuelta a la cabaña y nos fuimos a festejar con la mejor napolitana de pollo del mundo y reviviendo la pesca que habiamos hecho en esos dos dias.
Los equipos que utilizamos fueron cañas #8, con lineas de flote y lideres de fluorocarbon de 2,50 mts con shock de 30 libras, que por momentos quedaba chico y algunos de los dorados grandes lograron cortar. Es recomendable cambiar el cable despues de cada captura, ya que con un solo filamento de cable que se corte es suficiente para que el pescado aproveche la ventaja, recordandonos que por algo llegaron a grandes.
Respecto a las moscas, las que mas rindieron fueron streamers de 22 a 25 cm, atados en anzuelos gamakatsu #3/0 y #4/0, con ojos de cadena o plomo, 4 plumas de cola y cabeza tipo muddler de Craft fur. Todas atadas con antienganche para facilitar la pesca en los palos y con poco material, para hacer mas liviano el casteo. El color mas rendidor sin dudas fue el negro en todas sus variantes, desde moscas completamente negras, hasta las tipicas combinadas negro/rojo, negro/amarillo, etc.
Es recomendable tambien llevar un equipo chico para pescar los doradillos, que realmente abundan y con el equipo adecuado se disfrutan mucho.
Las ultimas grandes crecidas dejaron el rio lleno de vida. Los peces abundan y se esperan algunos años de buena pesca. De nosotros depende cuidarlo, devolviendo los peces al agua y haciendo un manejo responsable de los mismos, sacando los permisos de pesca y manteniendo el rio limpio.