Invierno Dorado en Esquina, Corrientes.

Un fin de semana increíble, en compañía de Roberto Galbarini, nos encontró asombrados por arrancar la temporada mucho más temprano de lo que esperábamos gracias a Arnoldo Rohner de Posada Hambaré que nos abrió las puertas de Esquina, Corrientes, un pesquero realmente maravilloso, donde hay pesca todo el año, exceptuando el mes de veda. En este lugar podes dar con excelentes portes de dorados, surubíes, mandubíes, chafalotes, pacú, pirapita y varias especies más. Es eufórico, adrenalínico, el saber que en cualquier tiro te podes llevar la sorpresa de tu vida.

Para todas aquellas personas con poco tiempo de ir a pescar, este es un pesquero ideal en el cual con dos o tres días se pueden recorrer diferentes ámbitos con muy buenas chances de pesca.

Jueves por la noche, luego de recorrer los 600 kilómetros que separan Buenos Aires de Esquina, llegamos finalmente a la bellísima Posada Hambaré, muy confortable, excelente servicio, atención y lo mejor, es maravillosa para ir en familia, algo no muy fácil de encontrar en todos los pesqueros.

Arranco el viernes, muy ansiosa, nerviosa, por fin en el rio, el respirar ese aire que llena internamente va despacito entrándome en situación de pesca, como lo extrañaba, el día soleado, 20 grados a las 7 de la mañana, que recibimiento, que debut, Esquina nos recibía con un cálido abrazo! El Guía designado fue Juan José Esquivel, alias El Bicho, nacido en Esquina y gran conocedor de sus aguas, es así que esa mañana decidió ir aguas arriba hasta una zona denominada desagües del Toro. Como siempre Roberto y yo decidimos arrancar con equipos y moscas diferentes para ver cuál es la configuración más rendidora, él se decidió por una vara #8 con línea de flote y punta de hundimiento rápido (wet Tip), el leader de 2mt. conformado por dos tramos de flurocarbon (0.60 y 0.50) con un cable de acero de 30Lb. Anudable, de 15 a 20cm., streamer de 15cm con cola de saddle de gallo, cuerpo de brush sintético con algo de brillos y cabeza estilo muddler hecha de craft Fur más ojos de plomo large. En esta oportunidad la idea es que la mosca imitara a una mojarra ya que en ese momento estaba pasando el cardumen por ese tramo del Paraná, mi equipo, un #8 con linea de flote completa, mismo leader, mosca negra bien lastrada con lamina de plomo en su interior y ojitos de cadena, cola de saddle de gallo y cuerpo de Predator fibers y cabeza de craft Fur, toda de color negro mmmm…. Muy tentadora. Toda la mañana pescamos sobre un amplio espejo de agua, con varios sectores repletos de camalotes, sinceramente pensaba o relacionaba pesca de dorados con palerios, barrancas, no sé, pero bueno, uno tiene que estar abierto a nuevas variables para seguir aprendiendo. La claridad del agua era muy buena y la temperatura tolerable tratándose del mes de Julio. La idea de los tiros es hacer llegar a la mosca bien pegadita a los camalotes, barrancas o palerios, en donde hay correntada mejor, también en las uniones de agua como por ejemplo las del rio Corriente con el Paraná donde se distingue claramente. Siempre que tiramos la mosca dejamos que profundice unos segundos y vamos variando los tipos de estripeos, las pausas, las aceleradas, etc. La verdad no sabía si era por la temperatura del agua o qué, pero sentía los piques enérgicos y errantes a la vez, como que mordisqueaban la cola y se alejaban, no eran directos, tal vez eran doradillos o alguna otra especie, el pique era raro y no los podía clavar, jaja era muy gracioso. Avanzamos el día probando diferentes colores y tipos de moscas para ver cuál era la más efectiva.

(El primero de la Jornada.)

(Uno de buen tamaño, un tanto flaco, pero muy lindo)

Entrada la tarde empezaron a aparecer los adorables dorados, claramente Roberto dio con el equipo apropiado, tuvo varias capturas, todos de un lindo promedio de 3 a 4kg, en cuanto a mí, antes de terminar el día logré al fin conectar con uno, parecía enorme, no saltaba, pero luego de una linda batalla cedió y pude finalmente levantar una abultada Palometa, muy lindo tamaño. Los chicos se reían y no entendía porque, porque no lo toman como un pez deportivo ya que da muy buenas peleas.

(Hermosa Palometa Esquinense, foto y al agua.)

Llegando con los últimos rayos de luz podía apreciarse el hermoso casco de la posada iluminando la noche esquínense, casi como una invitación al reparo de una buena ducha y una merecida cena, particularmente me encanta comer todo tipo de pescados y justamente la carta ofrece mucha variedad.

Arrancamos el segundo día, sábado, antes de salir podían oírse los truenos a la distancia, por suerte a lo largo del día se fueron alejando y la lluvia nunca llegó. Habíamos preparado todo para empezar desde temprano con los equipos apropiados. Salimos con el mate como cuarto integrante y marchamos aguas abajo, fue una mañana muy demasiado fría, claramente sobre el Paraná se encontraban el innombrable (viento) y muchas lanchas, todas hacia la misma dirección, el agua tenia buena visibilidad, pero había bajado un poco su temperatura con respecto al día anterior, seguramente algunos grados, decidí así encarar la pesca solo con streamers negros, grandes y lastrados. Habíamos llegado a destino, la boca del Inga, de inmediato pudimos apreciar que las diferentes especies de aves estaban posando en la esquina muy atentas a lo que sucedía en el agua debajo de sus patas. Ya más de cerca nos percatamos que lo que estaban observando era una enérgica cacería de dorados, que lindo ver eso, sinceramente algo así es difícil de encontrar. No habíamos llegado al lugar y la adrenalina se había adueñado de mi cuerpo, totalmente, con la mosca en la mano, sacando línea a lo loca, con la lengua afuera y el corazón a mil, ya arrimados al lugar Roberto y yo en el primer tiro hicimos doblete, ¡¡¡si qué lindo!!! bellísimos dorados, esta demás decir que nos quedamos un buen rato, sacamos varios, con portes desde los 2 kg a los 4kg aproximadamente. Las lanchas vecinas al vernos y escucharnos se fueron acercando, mas no podíamos pedir, entonces nos vimos obligados a desplazarnos, continuamos bajando, como no intentar unos tiritos más en los palerios con correntada que continuaban aguas abajo, era una tentadora invitación.

(Doblete Dorado)

A media tarde paramos almorzar, a cambiar y atar moscas, chequear leaderes, a repararnos del viento y a calentar agua, nuestro guia Bicho improviso una fogata y puso en las brasas una botella de agua, muy loco, esa acción me sorprendió, un ratito de descanso, buenos mates y a seguir pescando. Tristemente tengo que decir que me faltan horas de pesca, los músculos de los brazos me dolían espantosamente, la mano que sostiene el butt, llena de ampollas, este estilo de pesca es totalmente nuevo para mí, también tengo que decir que me costó clavar los dorados, tal vez porque estoy acostumbrada al vadeo, o tenía miedo de caerme al agua, pero gracias a eso dije varias palabrotas. Upss..

Llegando a la posada, lo único que me venía a la mente era un buen baño y tomarme algún analgésico para ir a descansar en playroom muy cómodo que posee Posada Hambaré. Mientras tanto, Roberto aprovecho a atar unas moscas negras más para el día siguiente, desaparecen como los caramelitos que siempre llevo en la mochila.

(Sala de estar, Posada Hambaré, Esquiena, Corrientes)

Tercer y último día, Domingo, arriba bien tempranito para estar 6am con los pies en la lancha, otra vez muchísimo frio, recordándonos la magia de estar cursando intensos días de pesca tras los dorados en pleno invierno. Con toda la predisposición para lograr una buena jornada de pesca encaramos rumbo norte al sector preferido de Bicho, luego de una hora de navegación llegamos a un lugar muy particular, ¿por qué? ¡Porque en esa zona hay barrancas, palerios, y camalotaje, ahhh, cuanta estructura! también pasa un canal pegado a la costa, es una locura de lugar; sigilosos fuimos haciendo todos los tiros, bien prolijos, tratándose del tercer día había muchísima más confianza en uno mismo de como pararse en la lancha, de la cantidad de metros y tiros necesarios a hacer con el equipo pesado, miraba el panorama con otros ojos, entonces todo ya se condimentaba con fe.

(Dorado de Esquina, hermoso ejemplar, capturado con mosca en pleno invierno)

Tiro a tiro tomábamos mates para mantener la temperatura y antes que el sol se desprendiera del horizonte apareció un muy buen Dorado, Roberto tuvo el placer de saludar al primero de la mañana, hermoso pique, hermosa pelea, hermoso conocerlo, como siempre, foto y raídamente al agua, celebramos y seguimos pescando,

(Otro de los lindos Dorados que se deciden claramente por las moscas de buen movimiento)

unos tiros más y un hermoso dorado salía para decirme buen día, ahhh! ¿no es re tierno? varias capturas más y paso algo realmente extraordinario, en un sector de camalotes que se dividía por playones de arena empezamos a ver a las grandes reproductoras en plena casería, saltando por todos lados o al menos eso intentaban, porque estaban un poco pesaditas las chicas, no sabía a cuál tirarle, era una desesperación símil black sales de equipos de pesca. Pensar que tipo de estructuras las pasaba de largo para descansar el brazo me enseñó a no desestimar ninguna chance que el rio me presenta. Fueron 10 minutos de puro show para nuestros ojos, en ese trayecto como yo estaba en la proa tenía más chances, pero la desesperación hizo que presentara el más horrible cast de la historia y gracias a un tiro muy jugado que para ese momento no era necesario, clave la mosca en un tronco ¡¡¡qué #%&#*!!! le quedo toda la cancha a Roberto y apenas su mosca tocó el agua, plafh…. ¿Cómo describirlo? Era una gorda, me faltaban los pochoclos, era la mejor película de suspenso en vivo, veías como el lomo cortaba el agua, se metió entre los camalotes y parecía querer rozar cualquier obstáculo para desprenderse la mosca, así fue, logro su plan de escape a la perfección, silencio tota mientras ellas seguían en plena casería. No era para nosotros, porque nos habíamos quedado sin moscas, solo pudimos atesorar el momento guardándolo en nuestras retinas.

(Una sorpesa del banco de arena, no sabemos si fue robado o si ataco mal, vino prendido del lomo, cerca de la cabeza, puede apreciarse un punto rojo)

(uno de los ultimos, seguian apareciendo de los buenos)

Decidimos hacer un break para calmarnos, esa situación fue difícil de digerir, optamos por atar algunas moscas más en la lancha y modificamos otras atando ojitos de plomo a las que no tenían.

Algunas capturas más y seguimos rumbo norte, dirigiéndonos al pesquero que visitamos el primer día, nos acercábamos a las ultimas horas, Roberto se quedaba sin moscas, la única relativamente sana, era la que estaba en mi leader, en un momento vemos comer a un hermoso Dorado, amor a primera vista, les dije a los chicos, ese es mío, hice unos tiros y logre que siguiera mi mosca, pero me quede corta con la velocidad y así de cruel, me corto el rostro, ¡¡¡Dios!!! Entonces entre los tres pensamos una estrategia, para volver a pasar por donde estaba el amor de mi vida teníamos que prender el motor, remontar y pasarle por encima o dar toda una vuelta extensa, la elección fue sencilla y gracias al conocimiento del guía que fue cortando camino entre hilos, pudimos llegar rápidamente sin que otra lancha navegara el sector.

En ese lapso de traslado aprovechamos a revisar nudos y al momento de encontrarnos  nuevamente frente a frente, Bicho prefirió amarrarnos a la costa para así poder tirar a la punta de barranca, dar línea y dejar derivar, no termino de amarrar la embarcación y el príncipe azul tomó mi mosca, fui feliz por un momento y el temor a perderlo no me dejo disfrutar de la situación, no pude gritar, todo lo que sentía quedo guardado, 15´ después logramos hacer conexión física, afloje cuando lo tuve en mis brazos, festejo grupal y felicitaciones para todos, porque cuando capturamos un pez es gracias al trabajo en equipo.

Cerramos el día celebrando las hermosas capturas que tuvimos a lo largo del fin de semana. Regresábamos comentando que a pesar de la altura del año siempre hay pesca y con posibilidad a buenos portes, eso es algo que yo desconocía. Ahora cuando tenga libre tres o cuatro días, vuelvo por más.

Nunca es fácil, pero prepararse e insistir hace posible que se cumplan los deseos.

¡Hasta la próxima!! Vicky.